En el marco de la preparación del Foro Urbano Mundial (FUM), sesenta mujeres de doce países se reunieron del 29 al 31 de agosto en el Centro Interdepartamental de Investigación LUPT de la Universidad Federico II de Nápoles para intercambiar estrategias, buenas prácticas y orientaciones prioritarias para conseguir un desarrollo urbano que esté a favor de los pobres e incluya las necesidades de las mujeres.

Con experiencias de sitios tan distintos como Nápoles, Pompeya, Nairobi, Roma, Dacca, Nueva York, Recife, Estambul, Manila, Praga y Jamaica, las participantes confirmaron la extensión mundial de la crisis económica y un crecimiento urbano descontrolado fomentado por los mercados –que se manifiesta en la privatización creciente del suelo, de la vivienda y de los servicios básicos. Esta situación requiere que las mujeres consoliden sus organizaciones a escala tanto de las comunidades como de las ciudades, ejerzan presión a favor de un modelo que favorezca la inclusión económica, política y social, y aboguen para que tanto la planificación urbana como los procesos presupuestarios incluyan las prioridades de las mujeres y proporcionen los recursos necesarios.

Joan Clos, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo de ONU-Hábitat, expresó su agradecimiento a la Comisión Huairou, socio de desarrollo de ONU-Hábitat desde hace mucho tiempo, por la organización de la Grassroots Women International Academy(Academia Internacional de Organizaciones Comunitarias de Mujeres) que “ha sido un acontecimiento previo crucial al reunir mujeres que forman parte de organizaciones comunitarias para designar prioridades y una meta comunes para el FUM con el fin de incidir tanto en las deliberaciones como en las orientaciones políticas durante dicho encuentro”. Una recomendación esencial del Programa de Hábitat es reconocer el papel capital que las mujeres desempeñan para “conseguir asentamientos humanos sostenibles”. “Nuestra estrategia consiste en promover una planificación espacial tanto de las ciudades como de las zonas metropolitanas que favorezca la sostenibilidad urbana y el crecimiento económico, y permita el desarrollo de ciudades más eficientes, inclusivas y justas. En este sentido, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son esenciales para la planificación urbana y el urbanismo”, afirmó Joan Clos.

La sexta sesión del FUM estudiará las políticas, los logros y los obstáculos del pasado para preparar un nuevo programa de desarrollo urbano que responda tanto a los retos como a las oportunidades actuales que las ciudades deben abordar, como el cambio climático y la seguridad urbana. Asimismo, dicho programa deberá proponer que las ciudades desempeñen un nuevo papel, encontrar formas de consolidar el marco institucional para la vivienda y el desarrollo urbano sostenible, y evaluar y redefinir la estructura de gobernanza de ONU-Hábitat y de sus socios estratégicos de desarrollo.

Con el propósito de aprovechar la gran oportunidad que representa esta edición del FUM, las mujeres –sobre todo las que forman parte de organizaciones comunitarias– deben ejercer una influencia determinante e incidir en el intercambio de ideas durante el foro y, posteriormente, poner en práctica en sus comunidades lo aprendido durante el mismo. La implicación de las que forman parte de organizaciones comunitarias de mujeres es la única manera de garantizar que las recomendaciones y políticas impulsadas por el FUM 6 sean sostenibles, útiles y pertinentes para las mujeres del mundo.